El pasado mes de marzo, Miriam Rosalí Aparicio González concluyó sus prácticas profesionales como egresada de la Licenciatura en Derecho en la sede de la UNAM en Tucson. Esta experiencia era su primera vez viajando a los Estados Unidos y habría de estar seis meses en ese país. Miriam nunca imaginó todo lo que iba a vivir al cruzar la puerta de la oficina ubicada en 939 Tyndall Avenue.
Su primer proyecto fue apoyar al Dr. Jorge Madrazo Cuellar, quien lidera el ‘Programa de Apoyo a Mexicanos en el Extranjero’, a difundir el programa ‘Ciudadanízate’ entre la comunidad. Ciudadanízate ofrece un curso gratuito y en español para aquellos que desean obtener la ciudadanía estadounidense. Como resultado, se logró dar pláticas informativas a organizaciones clave en Tucson, Arizona que vieron en este proyecto un gran recurso para ayudar a la comunidad y quienes se comprometieron a difundir el material a los interesados.
A mitad de su estancia tuvo la oportunidad de ingresar a la Clínica Legal de Violencia de Doméstica de la Universidad de Arizona. En ella interactuó con estudiantes de Derecho y aprendió a orientar legalmente a aquellas sobrevivientes que han pasado por situaciones de violencia familiar. Entre sus roles estuvieron interpretar del español al inglés en las entrevistas con las clientas de la clínica, así como traducir documentos informativos. También pudo ofrecer una plática en YWCA Southern Arizona sobre Órdenes de Protección y así acercar la labor de la clínica a una comunidad de habla hispana.
Uno de los últimos proyectos de Miriam consistió en hacer una traducción certificada de documentos oficiales que fueron exhibidos como pruebas en un Juicio de Asilo para demostrar que la solicitante era solvente en su país y solicitaba asilo por motivos de seguridad.
Además de ampliar en forma importante su experiencia profesional, sobre todo en el ámbito de la migración, ella tuvo la gran experiencia de vivir en el desierto y presenciar frecuentemente los atardeceres de Tucson, limpios y con tonalidades rojizas y lilas. También frecuentemente observó la fauna regional como los correcaminos, los pájaros carpinteros, los cardenales, los coyotes y los jabalís, que por allá se conocen como “jabalinas”. Y sobre todo la hermosa flora resiliente así como los sahuaros, ocotillos y la amplia variedad de cactus del desierto de Arizona-Sonora.
En palabras de la egresada “llevo conmigo a la gran comunidad mexicana que desde el inicio me abrazó. Esta experiencia me llevó a conocer a mi ahora segunda familia, Dolores y Valeria Quijada quienes me hospedaron y se aseguraron que siempre me sintiera en casa. De igual manera agradezco a quienes integran la oficina de la UNAM, la Doctora Catalina, el Dr. Arnoldo, la Dra. Elena, Justin Dutram y Lissette Calderón”.
Así mismo, Miriam pudo ser parte de diversos eventos culturales. En Día de Muertos participó en la elaboración de la ofrenda de UNAM y el Consulado de México y la que realiza anualmente el Centro con la Coalición de Derechos Humanos.
También fue parte del seminario Mujeres STEM que consistió en pláticas y talleres para mujeres en la ciencia y tecnología, así como visitas a los museos y los centros de investigación más importantes de la Universidad de Arizona sin mencionar las ponencias y cursos ofrecidos por la Universidad de Arizona, la UNAM y el Consulado. El programa de apoyo a la titulación (PITAAE) brindó a la egresada experiencias profesionales, culturales, lazos profesionales y de amistad que seguramente perdurarán a lo largo de su vida.